30.4.25

No sabemos cuidar nuestra propia salud


En bastantes reuniones sobre la Salud en Aragón se intenta abordar sin éxito el tema de la pedagogía en Salud, que dicho en pocas palabras, es el autocuidado que todos deberíamos tener sobre nuestra propia salud, nuestro único cuerpo.

El autocuidado no se refiere únicamente a prácticas individuales relacionadas con la salud física o mental, sino que forma parte de un enfoque más grande y que influye directamente en la sostenibilidad del sistema sanitario, la calidad de la atención y la autonomía de las personas en la gestión de su propia salud.

Sabemos entender los pequeños ruidos del coche de nuestra propiedad y el momento correcto en el que hay que llevarlo el mecánico. Ni antes ni después. Pero no tenemos el mismo conocimiento con nuestra salud.

El autocuidado y el autoconocimiento son herramientas que dependen de nosotros y que son  clave para la prevención de nuestra salud y para la sostenibilidad del sistema sanitario. 

Es también aprender a comprar, aprender a leer insultos para darle la credibilidad correcta para nuestra salud mental, es saber defendernos de la publicidad o de las malas calidades como consumidores, entender qué servicios básicos deben entregarnos como ciudadanos, etc.

Por cierto, coches no podemos comprar otro si se rompe el anterior. Cuerpos humanos no podemos, es imposible. Y si se nos rompe la Salud Mental, el arreglo siempre es muy complicado.

Es fundamental formar y educar a los ciudadanos en el autocuidado. Y además contamos con la ventaja de que la sociedad española es consciente de ello. Según las últimas encuestas casi el 70% de los españoles dicen saber que la educación sanitaria es esencial para mejorar la salud física y mental.

Pero también dicen que esto lo debemos enseñar en los colegios, que es cierto, pero como si a los adultos no nos importara tanto, cuando ya lo hemos perdido como concepto básico de salud.

Hay que realizar un trabajo conjunto entre administraciones públicas, profesionales sanitarios y sociedad en general para que los ciudadanos tengan un buen conocimiento del autocuidado en Salud, pues sabemos el gran valor que tiene la prevención en favor de los sistemas sanitarios asumibles y sostenibles.

El autocuidado no es solo alimentarnos mejor o hacer ejercicio, que también. Es además lo básico de trastornos y pequeñas enfermedades, saber lo suficiente sobre bienestar emocional y estrés, controlar bien las medicaciones y admitir que no es correcto como base lógica tener medicaciones de crónicos en exceso. Como tampoco es lógico que para cualquier trastorno en lo emocional nos atemos a una o dos pastillas diarias.

29.4.25

Hábitos para cumplir más años y tener mejor salud


Voy a publicar una respuesta del profesor Silvio Garattini (Bérgamo, 1928) es una de las grandes voces de la medicina europea. Farmacólogo, investigador y presidente del Instituto de Investigaciones Farmacológicas Mario Negri de Milán, miembro del Gruppo 2003, fundador de la Organización Europea para la Investigación y el Tratamiento del Cáncer (EORTC), asesor de la OMS y de la Agencia Europea del Medicamento.

---------------

¿Cuáles son, según usted, los principales hábitos para alcanzar la longevidad con calidad de vida?

Sin duda, es muy importante no fumar, no beber alcohol salvo en ocasiones excepcionales, no consumir drogas, no desarrollar adicci
ones al juego. Además, es clave mantener una dieta variada y moderada, caminar o realizar ejercicio físico que implique esfuerzo, dormir al menos siete horas diarias. También es fundamental haberse vacunado con todas las vacunas obligatorias y realizar pruebas de cribado para la detección precoz de enfermedades crónicas y cánceres. En general, se considera que la alimentación es un factor muy relevante. Se cree que lo fundamental no es tanto cuándo se come, si no cuánto se come. Comer poco, menos de lo necesario, es un factor de longevidad; reducir en un 30% la cantidad de alimento puede aumentar la esperanza de vida hasta en un 20%. La variedad en la alimentación debe seguir el modelo de la dieta mediterránea.

22.4.25

La tragedia mal llevada también afecta a la salud


Ya desde los clásicos se nos decía que la tragedia no era buena para el alma, que ante la posible Justicia (o injusticia) de los Dioses, lo mejor era tomarse los recursos espirituales con filosofía, aunque no lo nombraran con estas palabras finales. 

Las tragedias siguen existiendo, los dolores siguen atenazándonos y nos afectan indudablemente y mucho a todos en algunos momentos, pero… ¿debemos prestarles una atención permanente cuando sabemos que eso es malo para nuestra salud mental y física?

No es fácil sacar sonrisas cuando nos rodea el dolor, pero la medicación a base de intentar aplicar recursos de superación, aunque no se pueden comprar en farmacias, son un buen remedio para intentar superar los problemas. 

Dicen que el hombre es el único animal que ríe, pero lo cierto es que existen muchos animales que disfrutar y sufren, que se alegran o se ponen tristes. 

Algo importante habrá dentro de la alegría y la tristeza cuando lo compartimos entre los animales.

Añadir tragedia al dolor es posiblemente engrandecerlo, darle una importancia que no se merece pues el dolor siempre es odioso. 

Por eso tal vez… si podemos… el optimismo desde el dolor nos pueda ayudar a ir saliendo levemente y poco a poco desde la tragedia hacia una normalidad.

Un pesimista siempre es gris, somos grises, y eso nos impide ver el Arco Iris lleno de colores. 

Y si nos lo muestran, lo vemos de refilón y de forma rápida, no sé si por tener miedo a que se nos lleve con sus alegrías. 

Nos perdamos los colores… y tal vez por ello podremos seguir siendo optimistas.

A veces hemos inventado la tragicomedia para salirnos de la tragedia sin entrar de lleno en la comedia. 

Es un paso, no suficiente. 

Pero algo se nota ya en sus maneras de ir viendo la vida. Una tragicomedia nos permite ver algunos colores por unos segundos de chispa.

La vida es una broma. Sí, lo sabemos. Es también mucho más que una simple broma

¿Pero… y si fuera una broma? 

¿Perdería importancia la propia vida si realmente fuera un espacio en donde trabajar entre todos por ser felices? 

¿Gana la propia vida algo, si nos mostramos coléricos, iracundos, mal encarados, destemplados?

Si recordamos que el Arco Iris solo sale cuando ya se acaba la lluvia, tal vez así nos daríamos cuenta un poquito, de que para verlo, antes nos tenemos que mojar. 

Ajovín