10.4.25

La megarexia o fatorexia ¿Qué es?


La megarexia, un trastorno alimenticio grave y poco conocido, es la cara opuesta de la anorexia nerviosa. A menudo, la obesidad se atribuye a comer en exceso, problemas de tiroides o genética. Sin embargo, detrás de la obesidad puede esconderse la megarexia, un trastorno mental serio y subdiagnosticado. La megarexia, también conocido como fatorexia, es un trastorno del tipo alimentario que causa en la persona que la padece una distorsión en cuanto a su propia percepción corporal. En la megarexia, las personas perciben su peso como “normal o saludable” cuando la realidad no es así.

Las personas con megarexia suelen ser obesas, pero no se perciben a sí mismas como tales. Esta distorsión de la percepción les impide seguir dietas que siempre requieren un esfuerzo personal y les lleva a consumir grandes cantidades de comida basura (alimentos con calorías vacías). Se ven sanas y fuertes, ignorando la mala nutrición que padecen (obesidad y desnutrición por falta de nutrientes esenciales). La mala nutrición puede afectar al cerebro, convirtiendo el trastorno alimentario en una enfermedad grave, similar a la anorexia.

Los megaréxicos consideran el exceso de peso como sinónimo de fuerza y vitalidad. Su dieta se caracteriza por comer en grandes cantidades y de forma desequilibrada, con un alto consumo de azúcares, féculas, almidones, comida chatarra, dulces, frituras, alimentos grasos y postres. Es importante recordar que "megarexia" es la enfermedad, no la persona que la padece. Y que no se percibe como tal.

El sedentarismo, agravado por el exceso de peso, es común en personas con megarexia. Sus dietas se centran en el placer inmediato, no en la alimentación saludable. El consumo de verduras y pescado es bajo, mientras que el de azúcares es elevado. El espejo no refleja su realidad, pero las fotografías sí, lo que provoca un impacto emocional negativo. Por ello, suelen evitar fotografiarse. Tampoco disfrutan ir de compras, ya que probarse ropa de tallas grandes les genera tristeza y desconcierto.

Para superar la megarexia, es fundamental que el enfermo reconozca su problema, tanto a nivel de peso como de trastorno alimenticio y psicológico. El entorno juega un papel crucial, ofreciendo apoyo y haciéndole ver la realidad de forma comprensiva. Es importante recordar que son enfermos, no personas "dejadas" o con gula. Se recomienda buscar ayuda profesional de un especialista en trastornos alimenticios o del médico de familia. En algunos casos, la terapia psicológica puede ser necesaria para ayudar al enfermo a comprender y aceptar su problema.

La recuperación de la megarexia implica un control de la alimentación y un aumento de la actividad física, lo que gradualmente mejora su percepción de sí mismos. Es un proceso muy lento que requiere un gran esfuerzo tanto del enfermo como de su familia. Este trastorno afecta en mayor medida a hombres que a las mujeres, y su mayor incidencia es observable desde los 45 años, lo cual se encuentra relacionado a la vida sedentaria que puedan llevar algunas personas.

La obesidad y el sobrepeso son una de las enfermedades que afecta en gran medida al ser humano, sobre todo en estos tiempos de la comida basura y con una vida sedentaria ilógica pues seguimos siendo animales que necesitamos movernos mucho, lo que nos lleva a que aumenten las probabilidades de que alguien padezca sobrepeso. 

Un mecanismo muy curioso de evadir la realidad del trastorno es, evitar salir de compras de ropa nueva, el solo hecho de que las prendas de vestir indiquen el sobrepeso, sería un detonante de su realidad. Además, la megarexia afecta la autoestima de la persona llegando a ocasionar una disminución por debajo de lo normal.

Para identificar a una persona con megarexia, se consideran principalmente las siguientes señales:

 Percepción distorsionada de la realidad (Personas que se miran mucho al espejo).
 Malos hábitos alimenticios en cantidad y en calidad.
 Peso corporal que aumenta.
 Desarrollo de patologías metabólicas.
 Ausencia de conciencia para buscar ayuda profesional, ya sea nutricional o psicológica.
 Ocultan su imagen, no les gusta ser fotografiados a cuerpo entero.
 Consideran al deporte o la actividad física como una actividad superficial e innecesaria.

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