Entrevistaban en La Vanguardia esta semana a Miguel Hernán, director del centro de epidemiología de Harvard CausaLab, un científico español epidemiólogo, que trabaja en EEUU y que hace cinco años, al estallar la pandemia de COVID19 le pilló el confinamiento en España, desde donde trabajó asesorando para el Gobierno español desde el Comité Científico Técnico que se creó en nuestro país.
Hay algunas respuestas que creo interesantes de guardar:
La epidemiología es que no es la ciencia que estudia las epidemias, sino la que estudia las causas de la enfermedad.
Hay preocupación (en EEUU, tras la llegada de Trump), porque se pueden perder los éxitos en investigación, logrados durante décadas.
Ante la pregunta de: ¿El coronavirus que nos confinó salió de un laboratorio militar chino o por zoonosis?, la respuesta es la que muchos llevamos años sospechando: Es altamente improbable que no saliera de un laboratorio chino. Además, el virus aparece por primera vez en la ciudad china donde está el laboratorio. La cuestión es que salió de un laboratorio ese virus natural que estaban investigando, o era un virus diseñado, pero creo que no será posible determinar de forma concluyente que salió de ese laboratorio chino, porque el Gobierno chino impide constatarlo.
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Nunca sabremos o nunca se nos dirá, si aquellos años de peligro mundial fueron en realidad un accidente en una investigación civil o una Guerra provocada por una investigación militar, pero que afectó a todo el mundo. Hablamos de unos quince millones de personas muertas en todo el mundo. Algunos hablan de solo ocho millones. En la II Guerra Mundial murieron entre 40 y 100 millones de personas.
En cualquier caso, tenemos que estar precavidos ante una repetición de este tipo de situaciones, de accidentes, pues la torpeza humana tiene un tamaño enorme. No se trata de teenr miedos, se trata de aprender de los errores.
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