28.5.25

Qué significa para Carmen Posadas envejecer bien?


La escritora Carmen Posadas le preguntan por la vejez, una mente contundente y con 71 años nos habla de su punto de vista, y como considero que puede ser interesante conocer su opinión publicada en La Vanguardia, os dejo su respuesta.

¿Qué significa para Carmen Posadas envejecer bien?

Para mí, envejecer bien no tiene que ver con negar la edad, sino con aceptarla con inteligencia y sentido del humor. Nunca me ha gustado esa frase de “mi edad está en mi espíritu, no en el carné de identidad”. No, perdona, tu edad sí está en el carné, te guste o no. Yo prefiero sacarle partido a la edad que tengo. No me comporto como si tuviera 30, ni siquiera como si tuviera 50. Tengo 71, voy a cumplir 72, y lo asumo con serenidad. Cada etapa de la vida tiene su belleza, su fuerza, su propio atractivo. Envejecer bien es saber verlo y disfrutarlo. Y creo que, últimamente, nos han regalado veinte años de vida. Una mujer de 70 hoy es lo que antes era una de 50. Mira, cuando Stendhal escribe Rojo y negro, describe a su protagonista diciendo: “Madame de Rênal tenía treinta años y aún era bastante bella”. ¡Treinta años… y aún! Ese comentario, hoy, podrías aplicarlo perfectamente a una mujer de 50, de sesenta… incluso de 70. Yo creo que una se sigue descubriendo siempre. Al menos, si no te cierras. Con los años te conoces mejor, sí, pero también vas cambiando. A veces, te sorprendes siendo alguien que no esperabas. Y eso no es malo. Es más, me parece fascinante. Significa que estás viva. Me encantaría poder decir que ya no me importa lo que piensen los demás, pero no lo he conseguido. Ese objetivo sigue en mi lista de pendientes (ríe), aunque voy avanzando. Lo que sí he soltado es mucha angustia innecesaria. Cuando eres joven, te lanzas a mil batallas, quieres llegar a todo, complacer a todos, hacerlo perfecto, y eso es agotador. Con los años aprendes a enfocarte. A decir: esto sí, esto no. A priorizar sin culpa. Eso, además de ser más sano, da mejores resultados. Vivir con menos ruido mental es uno de los grandes lujos de esta etapa.

19.5.25

Usos de Atención Primaria en Aragón


Como se celebra el Día de la Medicina de Familia, el Gobierno de Aragón ha hecho públicos unos datos interesantes. Es bueno conocerlos por lo que representa para todos saber el uso que hacemos por un servicio tan importante como la Sanidad..

Cada aragonés mayor de 15 años va al Médico de Familia casi 6 veces al año. Esa es la media por población de los 7.046.584 de consultas totales que los Médicos de Familia han realizado en Atención Primaria durante el año 2024, sin incluir la atención de pediatría (menores de 15 años). “Ante una población cada vez más envejecida y dispersa, esta especialidad es más importante que nunca”, destaca la gerente de Atención Primaria, Pilar Borraz, que define la Medicina de Familia “como la piedra angular de un sistema de salud eficiente y centrado en el paciente”.

Durante el año 2024, se registraron en Aragón esos más de 7 millones de consultas de Medicina de Familia, cifra a la que hay que sumar otras 822.501 consultas de Pediatría y un total de 3.808.452 consultas de Enfermería, todas ellas desarrolladas en el ámbito de la Atención Primaria.

Por provincias, en Zaragoza el número de consultas de Medicina de Familia en AP fue de 4.829.766, mientras que en Teruel se realizaron 949.232 consultas y, en Huesca, 1.267.586.

Esto significa que en Teruel se prestan 8 consultas de medicina de familia por habitante, en Huesca, 6,3 y en Zaragoza 5,9.

Estas diferencias pueden deberse a muchas razones, pero parece que está claramente relacionado con el envejecimiento ya que en la provincia de Teruel el índice de envejecimiento es el más alto de la Comunidad situándose en 176,27%.

No se contemplan usos y carga de trabajo de los médicos especialistas ni de hospitalización, aunque ha sido pedido numerosas veces por este que firma, y nunca lo ha logrado sobre Aragón, aunque sí son públicos y están abiertos los datos de otras comunidades, como por poner un ejemplo, Andalucía, aunque hay varias más. 

En Aragón no se le quieren dar esos datos a una persona que forma parte de la Comisión Permanente del Consejo de Salud de Aragón.

Julio Puente

Primeros detalles de la Ley de Eutanasia en Aragón

Sabíamos que la implantación de la nueva Ley de Eutanasia en Aragón no iba a ser sencilla pues sin duda representa un tema en donde las conciencias de los profesionales, las ideologías o los motivos religiosos tienen un peso importante. 

La eutanasia como práctica médica no es obligatoria para los profesionales médicos, y en la Ley Orgánica 3/2021 de 24 de marzo ( Ley Orgánica de Regulación de la Eutanasia (LORE), en vigor desde el pasado 25 de julio) se fijan las normas para que los pacientes puedan acudir a estas ayudas de "buena muerte" y regula la objeción de conciencia de los profesionales.

A fecha de 25 de noviembre de 2021, había 523 médicos en Aragón que ya habían planteado su objeción de conciencia para cumplir con la voluntad expresa de una persona para evitar un sufrimiento añadido a los últimos momentos, meses o años de su vida por enfermedades graves, incurables y con padecimientos graves físicos o psíquicos y crónico e imposibilitante sobre sus actividades físicas de la vida diaria. 

A los 523 médicos se han sumado 90 profesionales de enfermería y 6 farmacéuticos. Representan algo más del 12% del total de profesionales, que es una cifra alta.

El doctor Javier García Tirado, presidente del Colegio de Médicos de Zaragoza, explica que la posición del organismo colegiado es clara. “Tenemos una ley aprobada y en vigor, y somos conscientes de que no se ha acompañado del desarrollo necesario, ha sido un proceso algo precipitado; la implementación de los procedimientos que hay que seguir no se han difundido de la forma adecuada. Debería haber estado mejor planificada, y dotar así a los profesionales de una formación más consistente, extensiva a sanitarios y parasanitarios, además de tratar de hacerla llegar a la población: no estaría de más. La ley llegó acompañada de cierta polémica, por las implicaciones morales e ideológicas que conlleva. Los profesionales aún no tenemos una conciencia plena sobre su desarrollo y, por desgracia, la realidad sacude en cualquier momento. Esperemos que no sea así, pero pueden repetirse pronto situaciones como la ocurrida en Las Fuentes. Abordar este asunto requiere de procesos más sólidos, pensados y participativos”.

Sobre la mesa está el desarrollo de la Ley, su puesta en funcionamiento, y es posible que lo deseable sería que entre todas las partes implicadas intentaran evitar que no fuera como en otros países, un derecho ciudadano para la parte de la sociedad que sí puede permitirse los costes de la Eutanasia Privada, y se quedaran fuera los pacientes que no tienen las mismas opciones económicas. pero no es un asunto sencillo y lo sabemos.

Julio Puente - Miembro del Consejo de Salud de Aragón

¿Hablamos un poco del suicidio? Pero levemente

Por desgracia los suicidios son constantes entre la población europea, española y aragonesa. Que no se informe no quiere decir que no se sepa muy bien el tremendo problema y que no se tenga muy en cuenta entre los profesionales que atienden todo tipo de trastornos o enfermedades mentales. 

Los casi 11 suicidios cada día en España, los declarados, son una cifra tremenda, muy abultada y que se mantiene en el tiempo. No es necesario que sea alguna persona conocida en la sociedad la que finalmente decida acabar con su vida, para que no se tenga muy en cuenta.

Pero un suicidio no es sola una persona fallecida. Es también varias personas de su entorno que quedan heridos o muy heridos. 

Un suicidio siempre deja a otra personas rotas. 

La persona enferma deja de sufrir posiblemente porque entre todos no hemos sabido encontrar una solución a sus problemas de variado tipo. 

Pero las personas de sus círculos cercanos siempre se quedan con el sabor interior de que algo no han hecho bien, para que el final de un proceso que intuían, fuera ese. 


En realidad esa responsabilidad asumida no es cierta, o al menos no lo es en todos los casos ni lo es de forma contundente en ninguno. 

Hay una tendencia equivocada entre la sociedad para buscar una causa concreta a un suicidio, para responderse el "por qué". 

Al final sabemos que hay una combinación de diversos factores biológico incluso, culturales y psicológicos, que llevan a una persona a pensar y realizar un suicidio.

Sabemos datos, pero es imposible sacar conclusiones globales, que sirvan para todos los casos o incluso para la mayoría. 

Sabemos que en España tenemos una tasa declarada y conocida de 8 sobre 100.000 habitantes y que es inferior a la media de Europa que supera los 10,5. Es un primer dato. 

Sabemos también que a partir de los 65 años hay más casos y que dentro de esa franja de edad hay muchos más hombres que mujeres

Y sabemos que casi en todos los casos es producto de una enfermedad anterior que no hemos sabido entender ni tratar. Pero cuidado, hay numerosos factores que ponen en funcionamiento la idea del suicidio.

En Aragón se han publicado unos protocolos ante los suicidios, y está en crecimiento la publicación de diversos documentos estratégicos para la promoción de la Salud Mental, para evitar en alguna medida las depresiones y los problemas que se generan ante problemas vitales que no sabemos/podemos resolver.

Es imprescindible crear un Teléfono de Ayuda al Suicidio, para personas afectadas y sus familiares, pues es imprescindible actuar antes y nunca es posible hacerlo después.

El sexo a partir de los 65 años


A partir de una edad ya avanzada, muchos matrimonios, aunque no lo digan ni lo piensen, se han convertido en parejas de piso, de convivencia o de amigos con derecho a roce. Voy a comenzar diciendo que esto no es malo, sino la lógica de la vida, y puede ser muy positivo. 

Los matrimonios deben estar vivos, y lo pero es que se conviertan en una relación apagada. si es así hay que cambiarla. Pero la ruptura no es la única salida posible, y a según que edad no es ni la deseable. Depende de muchos factores.

En contraposición hay parejas que esto de ser amigos o compañeros de piso no lo admiten, pues con o sin darnos cuenta, la relación es diferente, y entonces se divorcian o se rompen definitivamente, perdiendo una buena persona de amistad, a veces para nada.  Y voy a explicarme al final.

Voy a comentar algo sobre la sexualidad en personas muy adultas, por lo que si alguien se siente con pocas ganas de leer sobre esto, lo mejor es que abandone ahora. 

Pero encantado de que me sigas leyendo. 

Y admitamos con calma que los mayores de 60 años todavía estamos llenos de tabúes, de miedos mal disimulados por nuestra educación muy viejuna, y que eso es posible que no sea lo mejor, pero nacimos y nos educamos cuando nos tocó.

Las personas en gran medida nos creemos que el sexo se compone de dos elementos fijos. Una vagina y un pene. Y punto. 

Y en cambio la sexualidad es también unas caricias, unas palabras, unos pellizcos, unos masajes, una masturbación, un tiempo de diálogo.

Con los años la sexualidad más habitual, la de libro, se comporta diferente, pues nosotros ya somos diferentes. 

Puede existir daño en la penetración, podemos tener problemas de erección, falta facilidad de acoplamiento, las grasas nos invaden y no somos tan ágiles. Bien. Es lo normal en muchos casos. ¿Y qué sucede?

Un abrazo, un masaje, unos besos, unas palabras, un olor puede acompañar a lo que nos vayamos inventando, para sustituir el sexo de penetración. 

Masturbarse o que te masturben es una opción que debemos entender sin miedo a esos demonios absurdos de castigo y pecado. Somos todavía animales racionales, aunque tengamos 75 años.

Incluso la masturbación es sana a nivel sanitario, pues ayuda en la próstata en los hombres y en el suelo pélvico en las mujeres por las contracciones del orgasmo. Y eso hay que decirlo, hablarlo incluso con nuestros médicos de familia, sean del sexo que sean. A veces es mejor un orgasmo que una pastilla. 

Bien, vale, lo admito. Olvidemos el sexo, hablamos de experiencia erótica. Me daría igual. 

Se trata de sentirnos vivos. De saber que seguimos con toda la carga de erotismo dentro de nosotros. Y que eso es bueno con 60 ú 80 años.

No vamos a tener orgasmos simultáneos, nunca es esto sencillo, pero ello es un mantra absurdo que complica las relaciones sexuales. 

Somos diferentes las mujeres y los hombres. ¿Y si nos dedicamos a que una de las dos personas tenga orgasmos antes y la otra después? ¿Una o uno un día, y uno o una al día siguiente, o al rato siguiente?

¿Que te duele la penetración? Bien, de entrada se cierra la vagina por obras. Pero eso no quiere decir que no haya orgasmos con o sin nadie. Mejor con la pareja. Y eso hay que hablarlo. Con calma. Pero hablarlo. 

Mira, un consejo fácil. ¡¡Enséñale este texto a quien creas que no entiende bien esto de la masturbación!!

Tener sexo de cualquier forma y manera…, depende casi siempre de las ganas de tener ganas… de sexo. Así de simple y de complicado. Pero depende de cada unx de nosotrxs.

Un orgasmo es una gimnasia para nuestro cuerpo, y ayuda a estar mejor, física y mentalmente. Y a que nos sintamos algo más jóvenes aunque tengamos 80 años. ¿Te parece poco?

Al principio hablaba de la importancia de tener pareja, sea matrimonio, dos amigos o amigas, personas con las que convivir y compartir. Sin duda y además es la forma más económica de vivir. 

Pero te añado que si quieres romper y vivir una vida diferente, también puede ser maravilloso. Pero reflexiona.

Eso es cambiar, es tomar más riesgos, es más osado y a veces más caro. El riesgo de que lo que aparenta ser maravillo, sea solo bueno, incluso de que lo sea solo para uno o dos años, y luego sea peor, existe. Reflexiona sin frenarte de antemano.

Somos libres para tomar las decisiones que creamos mejor, y además, somos libres SIEMPRE. 

Lo bueno es saber que salir de nuestra Zona de Confort no es una decisión fácil ni gratuita. Y que hay que meditarla muy bien. Tanto para mujeres como para los hombres. 



14.5.25

¿Qué opinamos de la Sanidad en España?


La Sanidad en España se presenta actualmente (CIS mayo 2025) como el segundo problema que más preocupa a los españoles (19,0% de los encuestados), solo por detrás de las circunstancias de índole económica (28,6%) y por delante de otros asuntos como la calidad del empleo (16,7%), el paro (10,7%) o la inmigración (9,1%).

Pero a su vez no parece que las quejas sean organizadas ni válidas, nos movemos mucho más entre las quejas de pequeño índole, de pacientes sobre todo hacia la Atención Primaria, cuando lo grave para nosotros como pacientes está en las posibles o no disfunciones en Atención Especializada con retrasos y demoras, o en la Atención Hospitalaria, con Centros a veces, que no son iguales en calidad entre ciudades, o entre Barrios o Sectores.

No todos los ciudadanos tenemos los mismos servicios, aunque eso no se quiera admitir.

La Sanidad Pública está débil, enferma, pues incluso los jóvenes profesionales que están estudiando cualquier tema sanitario, han dejado en parte creciente, de buscar ese valor inconmensurable de servicio público, para ver todo el sector sanitario como una profesión. Insisto en esto, no son mayoría, en absoluto, pero crecen.

Curiosamente los españoles creen que la calidad de la Sanidad es el segundo problema que a ellos más les afecta en la suma de los tres problemas que más sufren, pero en cambio ocupa el noveno lugar de España, como un problema que afecta mucho menos al país que a cada uno de nosotros.

No percibimos bien la Sanidad como un Servicio Público, pues hay edades en las que su uso es muy relativo. E incluso segmentos sociales en donde ellos mismos tienen diversas opciones para solucionar las dudas y problemas sanitarios. 

A quien más afecta de forma negativa y sin solución fácil es a las personas de edad avanzada y con menos recursos económicos, precisamente los que menos pueden y saben quejarse de forma constructiva. 

Podríamos decir que todos vamos a necesitar la Salud Pública cuando menos capacidad de quejarnos vamos a tener, o incluso que todos tenemos o hemos tenido padres que han necesitado una Sanidad de Calidad. 

Pero el grado de queja se está quedando en las Redes, y en excesivas veces en los Ambulatorios de Atención Primaria. Muy pocas veces en donde se deben hacer con calma pero con contundencia.